Por Aletse Figueroa, Directora Producción Licuadora Group.
En un mundo saturado de mensajes, donde cada espectacular, cada banner de redes sociales, cada impreso, compiten por un fragmento de atención, emerge una verdad fundamental: la gente olvida lo que ve, pero recuerda lo que vive. Esa es la esencia del marketing BTL (Below The Line) —acciones no masivas, creativas, directas—que vuelven humana la conexión de marca.
Desde niños, nuestro mundo se descubre a través de la sorpresa: un olor nuevo, un sonido inesperado, una textura que no habíamos tocado. Esa curiosidad inocente es la que queremos despertar en nuestros públicos adultos cuando diseñamos experiencias de marca. Porque cuando construimos una activación BTL con propósito, estamos hablando al niño que llevamos dentro y ese niño recuerda.
En este escenario, las tendencias actuales del BTL reflejan una nueva manera de entender la conexión con las audiencias. Se trata de integrar creatividad, tecnología y propósito para generar impacto real. Hay cinco enfoques que hoy marcan el rumbo de las experiencias BTL y que definen cómo las marcas están evolucionando para seguir siendo relevantes.
1. La personalización radical: “este momento es para ti”
La primera gran tendencia en BTL para 2025 es la hiperpersonalización. No basta con “hacer algo bonito”, sino con mostrar que conoces al público, que diseñaste la experiencia pensando en esa persona concreta. Las activaciones que permiten elegir, sentir reconocidas las preferencias y participar activamente, marcan la diferencia. Por ejemplo: un pop-up que adapta su recorrido según cómo interactúas, un stand que ajusta aromas, música o dinámicas para tu perfil, una mecánica gamificada que te lleva desde “usuario” a “protagonista”.
2. Híbrido, físico + digital: activar sin fronteras
Si algo nos enseñó la pandemia fue que lo digital puede llegar lejos, pero algo quedaba incompleto sin el contacto humano. En BTL, la tendencia ya no es “digital vs físico”, sino “digital y físico combinados”. Las activaciones híbridas, permiten que la experiencia continúe antes, durante y después del evento físico. Imagina: una instalación donde empiezas la experiencia en línea, llegas al evento presencial para vivirla y al salir, recibes un seguimiento digital que prolonga el impacto. Esa continuidad refuerza la memoria.

3. Sostenibilidad y propósito auténtico como motor creativo
Los consumidores buscan una marca que entienda sus valores. En el BTL de impacto, la sostenibilidad, la inclusión y la responsabilidad social no son “extras”, son esenciales. Las activaciones que demuestran compromiso real trascienden. Diseñar activaciones BTL con materiales reciclados, con dinámicas participativas que promuevan cambio o con narrativas que celebren la diversidad, ya no es opción: es camino hacia la relevancia.
4. Medición, datos y retorno: la era de lo visible
La credibilidad del BTL requiere métricas claras: ¿qué interacciones hubo? ¿Qué recuerdo quedó? ¿Qué impacto real se generó en ventas o percepción? Herramientas como QR, apps, seguimiento digital permiten capturar datos que antes se ignoraban. Así, podemos combinar creatividad + emoción + rigor analítico: la mezcla perfecta para que el BTL sea memorable y también medible.
5. Gamificación, inmersión y experiencia sensorial
Finalmente, una tendencia que crece es el uso de dinámicas de juego, realidades aumentadas (AR)/virtuales (VR) y activaciones sensoriales que involucran más que la vista. Cuando los sentidos participan, la experiencia se queda. Desde un stand que cambia de ambientación según la interacción del usuario, hasta una app que complementa lo físico con reto digital: el objetivo es que el consumidor viva la marca, no solo la vea.
¿Y qué significa esto para el profesional del BTL?
Para quienes diseñamos, producimos y ejecutamos activaciones, el reto es hacer que cada momento cuente, que cada interacción se convierta en recuerdo. No se trata sólo de entregar algo atractivo, sino de generar sensaciones, historias y conexiones.
- Pregúntate: ¿esta experiencia sorprende, involucra, transforma?
- Asegúrate de que la pieza física tenga continuidad digital.
- Aprende. Ajusta. Porque los datos no quitan magia, la potencian.
- Diseña pensando en valores auténticos. La emoción sin propósito pasa de moda.
- Recuerda: vivimos momentos de transformación en la forma de conectar. El BTL no es “menos ATL”, es diferente. Y hoy más que nunca, es el mix para hacer el max.

Las estrategias BTL siguen siendo una de las herramientas más poderosas para conectar con el consumidor de forma memorable. En un entorno donde los estímulos son muchos y la atención escasa, la activación que hace vivir la marca, que toca sentidos, que combina lo físico y lo digital, que se alinea con valores y que permite medir su impacto, es la que realmente deja huella.
Como profesionales del BTL, tenemos la oportunidad de movernos más allá de lo convencional. De convertir ideas en experiencias vivas. Y de crear recuerdos que jamás se olvidan.








