Marzo de 2023 pasará a la historia como un mes fatídico para las estaciones de radio, de AM y FM, de la CDMX. Desde hace mas o menos 30 días, las oficinas que la Asociación de Radio del Valle de México (ARVM), mantenía en Copérnico 67, Col. Anzures de esta ciudad lucen cerradas y con un letrero de “Se renta”.
Hasta donde sabemos la ARVM pagaba ahí una buena lana de renta porque se trata de una residencia. De igual manera los teléfonos de la antes ARVM están muertos al igual que su sitio web. Nadie sabe, nadie supo. Ni siquiera sabemos qué fue de Jaime Alcudia, su último presidente y de Carlos García Gallegos y su gente.
Lo malo es que esto sucede justo cuando, conforme a todos los reportes a nivel mundial, hoy el público ya está escuchando más radio que nunca: incluso, se oye más radio que se ve televisión. Como el burro que tocó la flauta, si ustedes quieren, mis queridos lectores, los industriales de la radio han superado todas la dificultades y todas las pandemias hasta lograr inculcar en el público el saludable hábito de oír la radio.
En cambio la TV sobre todo Televisa y TV Azteca siguen sin poder levantar a la audiencia: al contrario, todos los días continúan perdiendo rating.
En síntesis: justo cuando su medio está en un gran momento, la radio cierra su Asociación… ¿pues qué pasó?
Lo peor de todo es que ya nos habíamos acostumbrado a El Gran Premio de la Radio un certamen en el que los industriales del ramo echaban la casa por la ventana en las fiestas de premiación, con una comida de 500 invitados en el Hotel Camino Real, con exquisitos platillos y vinos de primera.
Nos imaginamos que esa fue una de las causas de la desaparición de la ARVM: no se puede ser tan despilfarradores en tiempos de austeridad. Aunque si ha resultados nos vamos, ya vimos que sí los hubo… ¡ y muy buenos!