Las principales marcas, productores y fábricas de la industria textil han demostrado que es posible rediseñar toda la cartera de vaqueros de una empresa para que sean aptos para una economía circular, y al hacerlo han demostrado cómo la industria puede aplicar el diseño circular para producir todo lo que hay en nuestros armarios.
La Jeans Redesign Initiative -lanzada por la Fundación Ellen MacArthur en 2019- estableció un estándar mínimo para que la industria diseñara y produjera prendas alineadas con los principios de la economía circular. Las directrices abordaron criterios como la durabilidad, la trazabilidad, la reciclabilidad y el uso de materiales y procesos seguros, reuniendo a 100 partes interesadas clave de la industria de la moda, incluidas grandes marcas como C&A, Levi’S, Guess, GAP, Tommy Hilfiger, Banana Republic, Zara, Urban Outfitters y Primark.
Los participantes se comprometieron a reimaginar este icono de la moda -los jeans- y a colaborar con socios del sector en toda la cadena de valor.
El informe de finalización del proyecto revela que:
● El 70 % de los participantes superó los retos de diseño e innovación para cumplir las directrices del proyecto;
● Entre 2021 y 2023, las marcas rediseñaron 1,5 millones de pares de jeans para cumplir las directrices, tres veces más que en 2021.
● Una de cada nueve marcas rediseñó al menos el 40% de su cartera de jeans.
● Más de ⅓ de los encuestados han aplicado principios de diseño circular más allá de los jeans a otras prendas, como chamarras, camisas, bolsos y sombreros.
● Finalmente,más de ⅔ de los participantes tienen ahora modelos de negocio, u ofrecen servicios, diseñados para mantener los jeans en uso. Algunos ejemplos son los servicios de alquiler, reventa y reparación.
En el proyecto participaron cien interesados de más de 25 países. Sus historias de éxito se han convertido en ejemplos para la industria de cómo el diseño circular puede ser adoptado por las empresas para garantizar que los vaqueros se utilicen durante más tiempo, se fabriquen para ser reutilizados y se produzcan a partir de insumos reciclados o renovables y seguros.
El informe también reveló dónde existen obstáculos y cómo las partes interesadas y los responsables políticos pueden crear las condiciones adecuadas para acelerar el cambio.
Las empresas informaron de retos como tener que pagar un precio más alto para conseguir los materiales adecuados. También se enfrentaron a dificultades para desarrollar jeans elásticos que cumplieran las directrices. Además, para algunos criterios -como la eliminación de remaches- se encontraron soluciones técnicas, pero las opciones de diseño hicieron que se siguieran utilizando.
Para los responsables políticos, las conclusiones del proyecto ponen en claro la necesidad de introducir políticas que establezcan la igualdad de condiciones como una norma mínima para todos los productos. También es fundamental que las políticas garanticen que pagamos el verdadero coste de nuestra ropa, un coste que incluye los relacionados con el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad.
“Los jeans siempre debieron ser el inicio de ese viaje. Al rediseñar los productos para adaptarlos a una economía circular, estamos avanzando. Pero para desafiar de verdad los modelos lineales convencionales a gran escala, tenemos que ir más allá del rediseño de productos. Tenemos que también rediseñar los servicios, las cadenas de suministro y los modelos empresariales”, Jules Lennon, Directora de Moda de la Fundación Ellen MacArthur.
Evolución en 4 años
Los primeros jeans rediseñados siguiendo las directrices del proyecto se terminaron en junio de 2021. Ese año, los participantes informaron sobre los obstáculos, las soluciones y las lagunas de innovación para desarrollar las prendas y los modelos de negocio. A continuación se actualizaron las directrices y los participantes dispusieron de dos años más para trabajar en sus carteras.
En 2021, los participantes informaron que algunas soluciones para que los jeans fueran aptos para una economía circular eran limitadas (por ejemplo, los botones desmontables y los hilos de celulosa) o simplemente no existían todavía.
Ahora, en 2023, los participantes señalaron que la colaboración seguía siendo clave para hacer realidad los vaqueros circulares. La colaboración quedó demostrada en el abastecimiento de fibras celulósicas producidas con métodos orgánicos o regenerativos, así como en el abastecimiento de materiales reciclados, siendo el contenido reciclado postconsumo procedente del reciclaje de prendas la fuente preferida de materias primas recicladas.
Además, algunas marcas declararon haber iniciado colaboraciones a largo plazo con fabricantes de ropa, académicos y ONG para garantizar el futuro abastecimiento de algodón ecológico. Para 2023, ⅓ del grupo de partes interesadas declararon haber realizado inversiones colectivas de más de 39 millones de dólares para apoyar el rediseño de tejidos y jeans con el fin de adaptarlos a una economía circular.
Las marcas y los fabricantes también informaron de que trabajan estrechamente con sus proveedores para garantizar que las certificaciones ecológicas están en vigor y que se realiza un seguimiento a lo largo de la cadena de suministro. Además, algunas marcas declararon haber iniciado colaboraciones a largo plazo con fabricantes de ropa, académicos y ONG para garantizar el futuro abastecimiento de algodón ecológico.
Las marcas declararon haber pagado primas para obtener y certificar materiales reciclados, orgánicos y componentes plegables. Los fabricantes de ropa y tejidos están invirtiendo en tecnologías innovadoras, especialmente para reducir el consumo de agua.