La señora no debería ser Clara Brugada, sino Claris Vulgari. Y lo digo porque, a mi juicio, la mujer no tiene ni la más mínima educación: por iniciativa de AMFI (Asociación Mexicana de Filmadoras) se trata de que la industria fílmica de la CDMX tuviera un encuentro con ella para hacerle saber las inquietudes y la problemática de esta actividad… y dos veces no llegó, (canceló un día antes, con menos de 12 horas de anticipación).
Y a la tercera llegó tarde: citó a las 8 de la mañana y llegó pasaditas las 9:30. Eso, señores, es una soberana majadería. Sobre todo porque la Doña no tiene ni idea cómo se maneja un sector que es ya el más dinámico de la economía nacional.
No me quiero aprovechar de las circunstancias pero, por los desplantes de Brugada, me resulta más sincero y convincente Santiago Taboada quien, en su junta con los cineastas, ofreció establecer incentivos fiscales anuales por 200 millones de pesos, en caso de que él gane.
Vamos a votar por él.