Mucho ojo: después del desbarajuste que pasaron en su momento los medios digitales y luego la pandemia, los habitos del público consumidor respecto al consumo de medios han vuelto a un cierto orden y ahora la gente dedica un tiempo y atención específicos a cada medio.
Por ejemplo, la radio se escucha perfectamente por las mañanas y en la noche. Y en lo que toca a las revistas especializadas, que nunca dejaron de disfrutar del favor de sus lectores, estas se han vuelto auténticas líderes de opinión entre los segmentos a los que son dirigidos: de acuerdo a las estadísticas confiables, todas las personas de clase media de este país poseen al menos una revista favorita, en la que mucho confían y que leen, por lo general a diario, en sus momentos de reposo y en la paz de sus hogares, por lo que la atención y la credibilidad que les confían está por encima de otros medios.
Tal es el caso de Informativo del abasto, revista tamaño tabloide, que se lee de forma tanto impresa como digital ya que se distribuye de manera gratuita en ese emporio comercial que es la Central de Abastos de la CDMX, a la que acuden más de 300 mil personas a hacer negocios.
Es un mercado cautivo, de indudable poder adquisitivo al que diariamente sirve Informativo del abasto. Ya no todo es digital: las cosas se han vuelto a acomodar y ahora lo impreso convive con la cibernética para beneficio y entretenimiento de todo tipo de público.
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