De acuerdo con datos de la UNICEF, uno de cada ocho niños menores de 5 años presenta una talla baja (moderada o severa) para su edad. La ONU también ha indicado que 7 de cada 10 niños en edad escolar asisten a clases con hambre, siendo la desnutrición la causa de 4 de cada 10 muertes en menores de 5 años.
Con el objetivo de ayudar a cambiar este panorama y mejorar la nutrición de los niños menores de 5 años, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días realizó la entrega de paquetes nutricionales y tiras reactivas a Un Kilo de Ayuda, para medir los niveles de nutrición de niños y niñas en México.
Gracias a esta donación, la Iglesia de Jesucristo beneficiará a más de 14 mil niños en comunidades de Chiapas y Oaxaca. Entre las acciones que comprende esta donación se encuentra el monitoreo de indicadores antropométricos, la distribución de paquetes nutricionales, así como el fortalecimiento de buenas prácticas de alimentación y crianza en las familias más necesitadas.
Priscila de Anda, directora general de Un Kilo de Ayuda, enfatizó “Con entusiasmo, anunciamos una destacada alianza con un generoso donante, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que impulsará nuestra misión de fomentar el desarrollo infantil temprano. Su contribución significativa respaldará un proyecto crucial que beneficiará a 14,300 niños de 0 a 5 años en Chiapas y Oaxaca.
Este proyecto se enfoca en mejorar la nutrición y fortalecer las habilidades parentales, reconociendo la importancia de entornos familiares saludables en la prevención de condiciones como la anemia infantil. Expresamos profunda gratitud en nombre de nuestra organización y las familias a las que servimos, uniendo esfuerzos para construir bases sólidas que entrelacen salud y desarrollo en una historia de éxito duradero”.
“Las iniciativas humanitarias de la Iglesia son posibles gracias a las generosas donaciones y el voluntariado de sus miembros, así como a la colaboración con organizaciones de confianza, como Un Kilo de Ayuda, que tiene más de 35 años de experiencia. Nos unimos en solidaridad como comunidad de fe a Un Kilo de Ayuda para ofrecer los recursos que les permitirán continuar con su labor de ayudar a que los niños de México tengan un desarrollo completo tanto físico, como intelectual y emocional en los primeros años de vida”, dijo el Élder Eduardo Ortega, representante de la Iglesia de Jesucristo.
Una mala nutrición provoca serios daños en el desarrollo de los infantes, por ejemplo, mayor morbilidad y mortalidad, deterioro en la función cognitiva y menor rendimiento escolar, estigma y discriminación, además de enfermedades crónicas, mortalidad prematura y menor calidad de vida en la adultez.
Desafortunadamente, los niños, niñas y adolescentes de los estados del sur del país, tienen alrededor del doble de probabilidades de tener bajo peso o talla para su edad, y por ende de tener mayores problemas en su desarrollo, de ahí la importancia de esta colaboración.