Con su patrocinio a la Selección Mexicana de Futbol, Grisi envía un mensaje de optimismo al país.
En 1863, el día en que México inauguró su primera oficina de inventos y patentes, hubo alguien que estuvo ahí antes que nada: era Giussepe Grisi, un emprendedor médico italiano, de piochita y toda la cosa. Se había casado antes con una mexicana: así fue como llegó a vivir aquí. Ahí se presentó a patentar varios…