IKE siempre siente curiosidad por saber más sobre la vida en los hogares de distintas partes del mundo. Entrar en nuevos mercados en Latinoamérica permite a IKEA aprender expresiones y perspectivas a la hora de trabajar con el diseño.
Con ÖMSESIDIG, IKEA conecta directamente con creativos locales de diversos campos, como el diseño, la moda, el arte, la gastronomía y la arquitectura. ÖMSESIDIG significa “mutuo” en sueco, y representa la curiosidad mutua entre IKEA y los artistas por crear y aprender unos de otros.
“Teníamos curiosidad por saber qué pasaría cuando diferentes tradiciones en cultura, artesanía y expresiones se mezclaran con la escena vanguardista del diseño, la moda, la comida, la arquitectura y el arte. El resultado es una colección vibrante que celebra los diversos talentos de nuestros colaboradores, donde cada creativo aporta su propia y rica perspectiva y enfoque a su diseño”, mencionó Friso Wiersma, diseñador de IKEA of Sweden.
La colección de 30 piezas se compone de productos que animan y ayudan a la gente a celebrar y socializar en torno a la comida y la música, con una selección de artículos para crear el ambiente propicio para un gran momento, sin importar las habilidades, el espacio o las limitaciones de presupuesto. Incluye cristalería y vajilla, adornos, un portavelas, un taburete, textiles, fundas de cojín y una bolsa nevera. También incluye dos versiones únicas de la FRAKTA y tres fundas diferentes para el marco SYMFONISK con altavoz Wi-Fi.
El objetivo de la colección ÖMSESIDIG es captar parte de la riqueza de las diferentes tradiciones culturales, artesanales y expresivas de América Latina, destacando tanto los contrastes, tan diversos como la población de la región, como los elementos comunes que la unifican.
Para los utensilios de cocina de Abel Cárcamo Segovia, las formas curvas y las líneas orgánicas y fluidas se inspiran en la cueca, el baile nacional de Chile.
El mantel ÖMSESIDIG de Nicolás Rivero aporta un imaginario más tranquilo y melancólico a la colección, con paletas más frías inspiradas en las profundas montañas de los Andes.
Las aportaciones de Trini Guzmán y Diana Ordóñez son más coloristas, con tejidos y adornos que expresan motivos vivos y atrevidos, inspirados en el juego de los niños y en la vibrante cultura del carnaval.
Las aportaciones de Liliana Ovalle se componen de un elegante taburete, una fuente con forma de lima, una jarra y vasos de colores mezclados, diseñados para dar vida y luz a cualquier reunión, inspirándose en sus recuerdos de infancia de las celebraciones con la familia.