El jueves 18/07 estuve en los 15 años de anónimo, que fue un reventón divertidísimo. Yo fui, sobre todo, para escuchar a mi amigo Raúl Cardós narrando sus experiencias. Así que, con la venia de mis lectores, voy a escribir la siguiente nota como si yo fuera él, en primera persona del singular.
“Hace 15 años, un poco antes era yo feliz de todo a todo. No me faltaba nada: tenía una esposa, cuatro hijos, una buena casa y un buen empleo. Era yo director general de DDB México, que era la agencia más creativa de México, la que más premios ganaba y la de mejores utilidades. Sin embargo, sentía que algo me faltaba: me empezaba yo a cansar de tanto viajar y fue entonces que debía fundar mi propia agencia.
Para acabar de amolarla, me ofrecieron un ascenso junto con el cual tenía que mudarme a vivir a Nueva York junto con mi familia. Entonces renuncié a Doyle Dane & Bernbach México. Muchos me dijeron que habría que ser muy pendejo para hacer eso. Incluso, justo en el día que me iba y estaba ya recogiendo mis cosas, mi entonces jefe me envió copia de un artículo en el que se decía que, de todas las empresas que se fundan, en un plazo de 2 años el 70% quebraba… ¡digo, para levantarme el ánimo!
Pero yo no me asusté, renuncié y, en compañía de Horacio Navarro, fundé a anónimo: el nombre nos gustó por diferente. Lo sentimos muy ilustrativo.
Empezamos usando como oficinas el Starbucks de Las Lomas. Estando ahí me llegó la invitación para concursar por la cuenta de Nike: solo que el cliente quería conocer nuestras oficinas. Y ya habíamos contratado nuestra casa del Paseo de la Reforma, solo que aún no nos la entregaban. Así que contratamos 3 ó 4 actores, a quienes disfrazamos de albañiles y cuando llegó el cliente le echamos el choro de que estábamos remodelando nuestras nuevas oficinas… ¡porque solo éramos tres pelados!
Así y todo ganamos el pitch con la frase “Échale huevos”.
Felicidades a Raúl y a todo su equipo por tan significativo cumpleaños.