Ya se supo que, después de su remodelación, el Estadio Banorte reabrirá sus puertas con un partido amistoso entre la Selección Mexicana y Portugal, el sábado 28 de marzo de 2026. Solo que a la hora de escribir esta nota, en plenas fiestas patrias de septiembre de 2025, la afición aún no está enterada cuánto van a costar los respectivos boletos para los partidos.
Típico de Televisa, que, cuando se siente con cualquier breve ventaja, se va a los cuernos de la luna y se vuelve más prepotente que Alito. Porque todos lo sabemos, el problema con los propietarios de los palcos aún persiste. Recordemos que, cuando se construyó, parte del Estadio Azteca se financió con la venta de palcos a perpetuidad, que muchos aficionados compraron y pagaron por adelantado por lo que ellos son los legítimos propietarios de ese pedacito del Coloso de Santa Úrsula del que ahora pueden disponer como les venga en gana.
Pero no: ahora viene la FIFA, ya más desprestigiada y quemada y les sale a esos propietarios con la embajada de que se tiene que salir ¡de su propiedad! Por así convenir a los intereses de los organizadores del Mundial. Y obvio, nadie quiere.
Y mientras tanto corren los rumores y las malas lenguas se dan vuelo inventando chisme y medio. Y el boletaje sigue sin definirse. Yo había pensado en romper mi cochinito para comprar un boleto para mí y mi vieja, pero ya estoy viendo que no me va a alcanzar ni para los boletos del Metro.
¡Que nadie se mueva de sus asientos que la cosa está que arde y se está poniendo cada vez más buena!