Si uno trata de ubicarlas en el mapa se va a encontrar un pequeñísimo archipiélago frente a Marruecos, en la costa africana. Un lugar tan lejos de todo que solo sirve para el turismo y para la cosecha de plátano… solo que pertenece a España, a cuyos gobernantes se les ocurrió transformarlas en un HUB y dar estímulos en la producción audiovisual en general. ¡Y les ha ido de maravilla!
Durante el Primer Foro de la Industria Audiovisual en México (MEXAV), que se llevó acabo en los Estudios Churubusco los días 10 y 11 de septiembre, ahí se dio una Mesa Redonda acerca de los casos de éxito, en Iberoamérica, en la promoción de las diversas industrias fílmicas locales, en la que representantes de Uruguay, Colombia y las Islas Canarias narraron sus experiencias, resultando éste último el más interesante ya que su historia y sus condiciones han sido muy similares a las que ahora estamos viendo en México.
De entrada, el primer problema que nos enfrentamos es el poco entendimiento que las autoridades tienen para la industria fílmica y que le ha llevado a insistir en su negativa de brindar cualquier apoyo de carácter fiscal que pudiera darse a las producciones fílmicas interesadas en trabajar en tierras mexicanas. En contrapartida en Uruguay se da un 20% de rebate y en Colombia hasta el 40% dependiendo de cómo se negocie cada proyecto.
¿Y en las Canarias, apá?
Agárrense porque ahí les va: en esas islas los baturros otorgan un 40% a la producción extranjera, pero si se asocian con alguna empresa española para la coproducción, entonces el porcentaje puede oscilar de un 45% hasta un 50%. Todo sin contar que, en lo general, la productora beneficiada solo paga el 4% de I.V.A. (aquí, en México, ese impuesto general es del 16%).
Volviendo a Colombia, en los 22 años que lleva de aplicarse el programa se han concretado 164 producciones que totalizan unos 80 millones de dólares invertidos con la consecuente generación de empleos.
¿Y qué onda con “Cien Años de Soledad”?
Quien esto escribe tiene su propia opinión al respecto, misma que quisiera ahora exponer. A mí me pareció una completa ingratitud de los herederos de Gabriel García Márquez el que se hayan llevado a producir a Colombia algo que su padre escribió totalmente en México, en donde vivió tantos años. Máxime cuando el señor repitió en no pocas ocasiones, que “Macondo puede estar en cualquier parte de este, nuestro continente”. Pero eso que se ahorraron terminó por verse en la pantalla ya que a mí, otra vez en lo personal, la imagen me parece muy deficiente: en general como que a toda la producción le faltó dirección.
No quisiera terminar esta nota sin llamar la atención de nuestros lectores hacia lo que Ernesto Musitelli, director de Musitelli Film & Digital, el representante de Uruguay nos dijo: “Nuestros país empezó siendo un buen lugar para producir, sobre todo comerciales de publicidad. Y dado que en ese tipo de proyectos son muy exigentes con la calidad, en general, ello nos permitió aprender e ir perfeccionando nuestra técnica y nuestro talento hasta llegar a contar ya con un área de buenos estadios, bien equipados, a donde ahora se hace ya mucho”.
Todo lo cual nos lleva a la pregunta obligada: ¿qué está haciendo el gobierno de 4T?