Las últimas dos semanas nos las hemos pasado del tingo al tango, en eventos en donde, tiro por viaje, se están presentando nuevos sistemas de trabajo, basados en tecnologías de última generación. Tal es el caso de las pantallas de LED’S, que juegan un papel vital en lo que ahora se llama producción virtual: mientras es mejor su definición, o pitch, mejor funcionan para reproducir cualquier escenario.
Con esa idea en mente, no pocas productoras, sobre todo de agencias creativas, se han lanzado a comprar ese tipo de pantallas. Y las han ido a encontrar a China, (obvio), donde son bastante baratas y las hay de todos los países. Solo que, ¡oh decepción!, los fabricantes chinos no tiene ni la más mínima idea de lo que significa el servicio post-venta: ellos entregan su producto, hasta eso a domicilio. Y párenle de contar. El cliente tiene que armar la o las pantallas, a menudo mal y con niveles de dificultades: pregúntenle a Ricardo Escoto cómo le fue con las que él compró en China.
Y, otra vez obvio, al equipo hay que conocerlo, so riesgo de que se descomponga o deje de funcionar a cada rato. El colmo de la mala suerte radica en que muchos de esos fabricantes tampoco entienden qué quiere decir garantía.
¿Habrá alguien que pueda venir a salvar a las no pocas agencias creativas, que le invirtieron una buena lana a ese tipo de equipos?