El pasado martes 14 de febrero falleció Francisco De Haro Jiménez.
Paco De Haro, como lo conocíamos sus amigos fue siempre un hombre cordial y de trato amable, lo que le valió todo tipo de amistades.
Él nació en la Ciudad de México el 5 de noviembre de 1955. Tenía, al morir, apenas 67 años. Al concluir sus estudios en la ciudad que le vio nacer, Paco descubrió tener un excepcional olfato para los negocios y empezó por abrir su propia empresa, dedicada a la venta de camisetas.
Eso fue en 1972, cuando nuestro amigo no llegaba aún a los 20 años y se trató de una necesidad comercial para la época. Sobre todo porque Paco tuvo la ocurrencia de vender sus camisetas en Acapulco, entre las discotecas con lo que obtuvo un gran éxito. Y de ahí p’al real.
Viendo que en las camisetas promocionales y en sí todo lo que era promocional había un gran potencial, en 1978 el Sr. De Haro fundó De Haro Publicidad, para dedicarse a la venta de agendas y, en general, todo tipo de arte en los promocionales. Cabe señalar que, De Haro Publicidad, continúa siendo el nombre de la compañía, 45 años después.
En 1996 De Haro inició su camino en la publicidad en la vía pública cuando un primer medio ex-profeso, el Publimóvil que desde entonces ha sido copiado en múltiples ocasiones para dar pie a lo que ahora se conoce como vallas móviles.
Ya con los medios exteriores en mente, en 1996, Paco De Haro y compañía lanzan el Megatop, que es la publicidad en puentes peatonales. Y luego se siguieron con casetas de periódicos, puestos de boleros, torres informativas y varios otros tipos de mobiliario urbano que a la fecha pueden verse, sirviendo a la ciudadanía, en las principales ciudades de todo este país.
La tendencia de la publicidad a nivel banqueta se trata de una creciente tendencia a nivel mundial que aquí, en México, ha tenido una gran acogida entre los anunciantes en base a las entrevistas que tienen de Paco De Haro, uno de sus pioneros en México.
En lo personal, soy un ferviente creyente del destino, que quiso que Paco De Haro nos dejara un día 14, que es de buena suerte y en vísperas del Día de la Amistad por lo que estoy convencido de que, a donde quiera que Paco se encuentre ahora, le va a ir muy bien y de que va a contar con muchos amigos, como los que aquí tuvo y sigue teniendo.
Y yo quisiera que lo despidamos sino con un minuto de aplausos, para el y para sus hijas Jane, Paola y Francesca a quienes les pido que sean ellas las que reciban este mensaje para su papá.