No aclara, no concreta ni transparenta… ¡no nada de nada! Y ya apesta.
En la publicidad mexicana todo mundo sabe que soy de las pocas personas que dice toda la verdad cuando hay que decirla. Y ahora, es uno de esos momentos. Así que agárrense que ahí les voy.
La parábola del cochecito viejo aplica ahora mejor que nunca.
Érase que se era un antiguo carrito que, como nadie lo usaba, se fue enmoheciendo hasta ya no servir. Su último dueño, Clemente Cámara en 10 años nunca le hizo caso. Hasta que un buen día un grupo de soñadores decidió meterle mano al motor, empujar al carrito y al fin, a las mil quinientas, el auto jaló. Despacito, pero ahí iba. Fue entonces que su anterior operador, Clemente Cámara reapareció en escena dispuesto a seguirse sacrificando al volante, (verídico).
Después algunos otros, como Gary Bermúdez se hicieron los aparecidos esgrimiendo su derecho a una presidencia por la que nunca habían trabajado. ¿A honras de qué?
Pasando de la ficción a la realidad, cuando el maestro Francisco Javier Sánchez Campuzano, hace más o menos año y medio, nos invitó a desayunar al Club de Industriales para convocarnos a revivir a la ANP fuimos los que acudimos a su llamado de auxilio Arturo Huerta, Francisco Javier García, Antonio Delius y Pepe Collazo: los mismos que siempre hemos estado ahí. Antes que nada hubo que actualizar un directorio que se perdió con la pandemia y sus secuelas: se cotejaron, checaron y rechecaron más de 4 mil fichas; fue un trabajo que hubo que hacer de manera personal y que tomó meses. Al final, de más de 4,000 datos solo quedaron 600, pero eso sí, al día.
Con ese directorio se organizó el coctel de kick-off, en diciembre de 2023, al que asistieron más de 300 personas más que puestos para servir a la ANP. El 90% de ellos le dijeron a Antonio Delius “yo vengo por ti”. Y al parecer así fue. De entonces para acá no se ha movido nada al respecto: aún no hay estatutos, no hay constitutiva, no hay socios, no hay cuotas, no hay nada.
El colmo de los colmos se dio el pasado 28/02 en la firma de una “declaración de apoyo” por parte de 13 empresarios de los cuales el único con méritos es Arturo Huerta. Y puede que Gary Bermúdez. Los demás nunca hicieron nada antes por lo que cabe preguntarse qué buscan… ¿qué esperan ganar?
Y como no me parece justo que haya oportunistas en un proyecto que se suponía buscaba el bien del gremio y del país y tampoco creo que sea justo trabajar tanto para los intereses particulares de unos cuantos vivales, mejor renuncio.