Desde mi punto de vista publicitario me parece que la campaña Huracán Ramírez contra La Piñata Enchilada es un éxito. Sobre todo de mercadotecnia porque vende muy bien al iPhone 14 Pro.
Ya antes hemos señalado aquí que, de acuerdo a los estándares que actualmente se manejan, dicho modelo de celular no es el plus ultra, pero no está mal. Con lo que viene a confirmar que, una vez más, el que tiene buena mercadotecnia traga más pinole. A mí lo que se me hace extraño es que se siga recurriendo a la imagen del Huracán Ramírez: que, si viviera, ya sería el bisabuelo del actual.
El que le atinó a la crítica, como el burro que tocó la flauta, nuestro colega Álvaro Cueva quien, en su columna El pozo de los deseos reprimidos en Milenio, (que por cierto cada día está mejor) se lanza diciendo que el corto le pareció “menso”.
Nosotros, como los decanos en el asunto, hemos querido hablar con los responsables de esa creatividad y producción sin lograrlo ya que, al parecer, la marca quiere manejar la cosa con hermetismo. Y no hay poder humano que haga hablar a Terán TBWA, a José Alberto Terán y a su gente. Lo que sí, que alguien de The Lift, la casa productora de Avelino Rodríguez fue donde se produjo tan original pieza audiovisual: se espera que, conforme las cosas avancen, aparezcan en el mercado los equipos que hagan posible los efectos del caso.
Pero volviendo a Álvaro Cueva, en lo que creemos que le atinó fue en señalar que el mercado para tan costoso celular (el modelo más económico cuesta 21 mil pesos), no está en la calle, sino que el target es otro. Y nosotros estamos de acuerdo. Porque, a lo que hemos podido comprobar, las agencias de publicidad son ahora el target primario de los celulares de alta gama: de casa 10 comerciales que se están haciendo ahora en cualquier agencia, 9 son grabados con celulares… ¿en dónde están los otros fabricantes?