Por Pamela Parodi, Líder de Arte Digital en Licuadora Group.
Las historias siempre han sido el camino que une nuestras emociones, conocimientos y cultura desde que somos niñas o niños. Crecemos rodeados de relatos que nos hacen reír, llorar, soñar y aprender.
¿Cuántas veces imaginamos mundos y los hicimos nuestros?
Nuestra conexión con el storytelling permanece y se adapta a la vida adulta, incluso en el marketing digital.
Las marcas y empresas han comprendido la influencia del storytelling en la conexión emocional con los consumidores. Al igual que los cuentos que nos emocionaron en la infancia, las estrategias de Marketing Digital han adoptado el poder de este recurso narrativo para atraer de manera más efectiva y hacer sentir comprendida a su audiencia.
Pero en este cuento moderno del marketing digital, también entra en escena un “villano”: las propias máquinas desde las que observamos esta publicidad. Los algoritmos y la constante exposición pueden disminuir el encanto del storytelling si no se manejan con precaución. Es esencial encontrar el equilibrio entre el “lobo feroz” y la autenticidad humana para que las historias sigan siendo poderosas y relevantes en un mundo digital saturado de información.
Sin embargo, al comprender cómo interactúan estos elementos en el escenario digital, podemos transformar al “villano” en un aliado estratégico. Al utilizar la tecnología de manera inteligente y combinada con el toque humano, logramos que las historias mantengan su magia y se destaquen en medio del ruido digital, llegando así al corazón y la mente de nuestra audiencia de manera más impactante y efectiva.
Hoy por hoy, tenemos un sin fin de contenidos digitales, en donde el storytelling se manifiesta a través de creatividades y narrativas convincentes. Desde anuncios publicitarios hasta campañas en redes sociales, las marcas aprovechan historias que entre más auténticas generarán más impacto. Ya no se trata solo de vender un producto o servicio, sino de contar una historia memorable con las emociones y valores de los consumidores.
Como publicistas, nuestra responsabilidad radica en continuar el legado de contar historias que, incluso detrás de un smartphone, nos permitan experimentar emociones y revivir recuerdos que nos conecten profundamente. Es a través de estas narrativas que construimos puentes entre marcas y audiencias, creando experiencias que trascienden lo digital para resonar en el corazón y la mente de las personas.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado, pero en el universo digital siempre habrá nuevas historias que contar y audiencias que cautivar.
¿Cuál es tu historia?