Las campanas llaman al regreso a las oficinas: se acaba el home office.
Tengo un amiguito que, al principio de la pandemia y aprovechando el home office, tomó la decisión de irse a vivir a Querétaro y trabajar desde allá para su agencia… y ahora ya no sabe cómo regresarse. Porque, ahora y de inicio, en su agencia ya lo corrieron. Y no porque la agencia lo haya…